Como buen aprendiz de coachee (diré mejor pupilo o alumno, aunque el
anglicismo me hace sentir como un indio de las grandes llanuras americanas como
los lumbee, los sioux o los cheroqui) acabo de hacer los deberes inspirado por
mi admirado mentor.
Empezamos con una simpática aproximación con humor al coaching como entrenamiento para controlar las emociones
Aprendemos que nuestra fortaleza o debilidad
depende de cómo sepamos gestionar conducta, pensamientos y emociones. Me pongo manos a la obra con los tres.
Conducta. Camino hora y media mientras se pone el sol, después
a la ducho y a continuación me siento ante el ordenador con una infusión frutal de ciruela y vainilla acompañada de olivo,
pasiflora, espino blanco y fumaria. Mi inteligencia generadora sugiere la idea
de hacer lo que estoy haciendo en este instante: recuperar mi blog paralizado desde abril de 2013 cuando escribí la última entrada dedicada al difunto sabio
José Luis Sampedro. Por cierto, para ciclistas, corredores y caminantes con móvil, recomiendo la aplicación Endomondo Sports Tracker
Emociones.
Caminando, no se cómo, aparece el rostro de Spencer Tracy y de inmediato es el de Carl Fredricksen junto a su amada Ellie.
Entonces imagino una de las secuencias más emotivas del cine de animación.
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Spencer Tracy
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Pensamientos.
Sentado ante la pantalla, se activa la “working memory”. Asocio la idea
principal de sesión de coaching de hoy con un texto que leí hace poco en uno de esos viajes dentro de ese cerebro global que es google.
"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La
crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la
crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de
la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y
las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar
’superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio
talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis,
es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países
es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay
desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no
hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin
crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la
crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de
una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar
por superarla.”
El texto lo atribuyen a Einstein, algunos dicen que es
citado en su libro publicado en 1935 Mi
visión del mundo (The world as I see
it) en el que hay algunas referencias
a las consecuencias de la crisis del 29. Este otro fragmento de gran belleza está así en su libro:
" Curiosa es nuestra
situación de hijos de la Tierra. Estamos por una breve visita y no sabemos con
qué fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la vida cotidiana no es
necesario reflexionar demasiado: estamos para los demás. Ante todo para
aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad; pero también
para tantos desconocidos a cuyo destino nos vincula una simpatía. Pienso mil
veces al día que mi vida externa e interna se basa en el trabajo de otros
hombres, vivos o muertos. Siento que debo esforzarme por dar en la misma medida
en que he recibido y sigo recibiendo. Me siento inclinado a la sobriedad,
oprimido muchas veces por la impresión de necesitar del trabajo de los otros.
Pues no me parece que las diferencias de clase puedan justificarse: en última
instancia reposan en la fuerza. Y creo que una vida exterior modesta y sin
pretensiones es buena para todos en cuerpo y alma. (...) Hay una contradicción
entre mi pasión por la justicia social, por la consecución de un compromiso
social, y mi completa carencia de necesidad de compañía, de hombres o de
comunidades humanas. Soy un auténtico solitario. Nunca pertenecí del todo al
Estado, a la Patria, al círculo de amigos ni aún a la familia más cercana. Si
siempre fui algo extraño a esos círculos es porque la necesidad de soledad ha
ido creciendo con los años. (...) El misterio es lo más hermoso que nos es dado
sentir. Es la sensación fundamental, la cuna del arte y de la ciencia
verdaderos. Quien no la conoce, quien no puede asombrarse ni maravillarse, está
muerto. Sus ojos se han extinguido. Esta experiencia de lo misterioso -aunque
mezclada de temor- ha generado también la religión. Pero la verdadera
religiosidad es saber de esa Existencia impenetrable para nosotros, saber que
hay manifestaciones de la Razón más profunda y de la Belleza más
resplandeciente sólo asequibles en su forma más elemental para el intelecto. En
ese sentido, y sólo en éste, pertenezco a los hombres profundamente religiosos.
Un Dios que recompense y castigue a seres creados por él mismo que, en otras
palabras, tenga una voluntad semejante a la nuestra, me resulta imposible de
imaginar. Tampoco quiero ni puedo pensar que el individuo sobreviva a su muerte
corporal, que las almas débiles alimenten esos pensamientos por miedo, o por un
ridículo egoísmo. A mí me basta con el misterio de la eternidad de la Vida, con
el presentimiento y la conciencia de la construcción prodigiosa de lo
existente, con la honesta aspiración de comprender hasta la mínima parte de
razón que podamos discernir en la obra de la Naturaleza. "
Emilio Duró, motivador, coach, optimista y defensor de la felicidad recorrió las televisiones: de El Hormiguero al programa de Buenafuente, pasando por Jesús Quintero, El loco de la colina
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Despedida emotiva. La memoria trabajadora empieza a buscar las inevitables asociaciones musicales del apellido de Patricia Sosa.
Y claro,
busca y encuentra. Como Si bastaran un par de canciones que Patricia Sosa canta con Juan Carlos Baglieto.
Si has llegado hasta aquí te diré que Patricia Sosa nada tiene que ver ni con Mercedes Sosa (La voz de América) ni con Julio Sosa (El varón del tango), salvo que los tres cantan de maravilla, ellas son argentinas y el uruguayo, rioplatense por adopción.
¡Hoy resulta que es lo mismo/ ser
derecho que traidor!.../ ¡Ignorante, sabio o chorro,/ generoso o estafador!/
¡Todo es igual!/ ¡Nada es mejor!/ ¡Lo mismo un burro/ que un gran profesor!
Epílogo.- Mando a descansar asociaciones, pensamientos,
inteligencia ejecutiva y memoria
emocional con la canción Todo Cambia que
interpreta Mercedes Sosa en la emotiva secuencia final del capítulo de Cuéntame,cuando Mercedes sospecha que
tal vez padezca cáncer de mama. Cuéntame es la memoria emocional de mi
generación.