martes, 30 de noviembre de 2010

Tres argumentos para conmemorar el XXXII aniversario de la Constitución de 1978.

La democracia como el amor, puede sobrevivir a cualquier ataque, menos al abandono y a la indiferencia.
MUÑOZ, Arturo

La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre con excepción de todos los demás.
CHURCHILL, Winston Leonard Spencer

La Constitución de 1978. Tres argumentos para conmemorar el 6 de diciembre de 2010

La Constitución de 1978 es la ley suprema de España que ha permitido a nuestro país/nación/pueblo/ciudadanía el más largo período de convivencia pacífica y democrática, las mayores cotas de libertades individuales y colectivas y alcanzar un  desarrollo humano y bienestar social como en ningún otro momento de nuestra historia. Todos tenemos  el derecho y la obligación de conocerla, interpretarla, enseñarla, respetarla, valorarla y, en la medida que sea necesario, mejorarla y garantizar su aplicación para que perviva su  ideario como herencia compartida. En este trigésimo segundo aniversario de su aprobación en referéndum popular queremos destacar  tres aspectos importantes:

1.- Los objetivos generales que orientan todo su contenido y en  los que la constitución encuentra su razón de ser
2.- La participación democrática en la elección de los poderes locales
3.- La importancia del derecho fundamental a la libertad de expresión.

Este modesto homenaje a nuestra constitución hemos querido extenderlo también, aprovechando la celebración en este año 2010 del bicentenario de las Cortes de Cádiz,  a la Constitución de 1812, la primera  que sentó los principios del liberalismo que se han ido proyectando en  nuestra larga y ajetreada historia constitucional.


Argumento primero.- La finalidad esencial de una Constitución democrática.

 El preámbulo de la Constitución de 1978 deja clara la autoría de la ley suprema (la nación española) y fija los objetivos globales que aspira a conseguir: libertad, bienestar, justicia y seguridad. La de 1812 se atreve incluso a intentar conseguir la felicidad de la nación


Constitución de 1812

Artículo 4
La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.

Artículo 13
El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad
política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen.


Constitución de 1978

Preámbulo

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la
seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su
soberanía, proclama su voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y
Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

Argumento segundo.- La importancia  de la libertad de expresión como  derecho fundamental e instrumento de  difusión de la cultura y  de una educación de calidad basada en el respeto, el conocimiento creativo  y la  igualdad de oportunidades.

Art. 371 (Constitución de 1812)
Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas
políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación,
bajo las restricciones y responsabilidad que establezcan las leyes.

Artículo 20 (Constitución de 1978)
Libertad de expresión
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones
mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
(…) 4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este
Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el
derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud
y de la infancia.

Argumento tercero.-  La participación democrática en la elección de los poderes locales y el papel esencial de estos  en la cimentación de  una sociedad democrática que aproxime a gobernados y gobernantes

Constitución de 1812

Art. 312.
Los alcaldes, regidores y procuradores síndicos se nombrarán por elección en los
pueblos, cesando los regidores y demás que sirvan oficios perpetuos en los ayuntamientos, cualquiera que sea su título y denominación.
Art. 313.
Todos los años en el mes de diciembre se reunirán los ciudadanos de cada pueblo, para elegir a pluralidad de votos, con proporción a su vecindario, determinado número de
electores, que residan en el mismo pueblo y estén en el ejercicio de los derechos de
ciudadano.
Art. 314.
Los electores nombrarán en el mismo mes a pluralidad absoluta de votos el alcalde
o alcaldes, regidores y procurador o procuradores síndicos, para que entren a ejercer sus
cargos el primero de enero del siguiente año.

Constitución de 1978

Artículo 140.- Autonomía y democracia municipal
La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de
personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos
Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán
elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo
y secreto, en la forma establecida por la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los
Concejales o por los vecinos. La ley regulará las condiciones en las que proceda el
régimen del concejo abierto*


* El régimen de Concejo Abierto es un sistema de organización municipal de España en el que pequeños municipios que no alcanzan un número significativo de habitantes se rigen por un sistema asambleario, sin que existan órganos municipales, salvo la Asamblea Vecinal que hace las veces de Pleno del Ayuntamiento.


Para saber más...


Portal temático del Congreso de los diputados sobre la Constitución de 1978


Indice sistemático de la Constitución de 1978 en la página web del Congreso


Artículo: Los jóvenes y la Constitución de José Ortega Spottorno

La Constitución cumple 32 años en RTVE

Un breve repaso a la historia del constitucionalismo español

El término contitución comenzó a emplearse en el sentido actual  a finales del siglo XVIII tanto en la revolución e independencia de Estados Unidos (el primer texto propiamente constitucional es el de 1787) como en la revolución francesa de 1789. La Constitución es la ley suprema de una país, la ley de leyes que incluye las normas fundamentales de un estado, la que regula su ordenamiento jurídico, la norma que está por encima de todas las normas y a la que deben someterse todos los ciudadanos y órganos políticos, las leyes del parlamento, los decretos gubernamentales y las ordenes ministeriales. Para el jurista Francisco Tomás y Valiente -asesinado por ETA en 1996- sólo son auténticas constituciones  aquellas que están legitimadas democráticamente.


Si damos un sentido más amplio al concepto de Constitución, la primera de las españolas fue el llamado Estatuto de Bayona de 1808, aunque parece más adecuado referirse a ella como Carta Otorgada. En realidad el honor de ser la primera constitución corresponde a la de 1812, la constitución de Cádiz, conocida popularmente como "La Pepa" por ser aprobada el día de San José, el 19 de marzo. A esta ley le siguieron a lo largo de los siglos XIX y XX  las de 1837, 1845, 1869, 1876, 1931 y, por último, la actual vigente de 1978. Siendo más meticulosos incluiriamos otras normas que pretendieron convertirse en leyes supremas sin llegar apenas a conseguirlo: el Estatuto Real de 1834, el proyecto de constitución progresista de 1856 y el de constitución federal de 1873. En el siglo XX, la dictadura de primo de Rivera (1923-1930) intentó una fallida institucionalización del régimen y de forma similar la dictadura de Franco (1939-1975) impuso un conjunto de Leyes -las denominadas Leyes Fundamentales- con el objetivo de crear un ordenamiento jurídico del régimen.


Las constituciones españolas del siglo XIX incluyen planteamientos diversos como los conservadores y moderados de las de 1834, 1845 y 1876,  los progresistas de 1812, 1837, 1856, los más demócratas de 1869 y la perspectiva  federal del proyecto de 1873. Veamos una sintesis:





 El siglo XX comienza con el nuevo reinado de Alfonso XIII (1923-1930) y la vigencia de la Constitución de 1876 hasta el golpe de estado del general Primo de Rivera. Tras ser suspendida en ese año, se intentó entre 1930 y 1931 la vuelta a la "normalidad cosntitucional"  desembocado el proceso en la proclamación de la república, el exilio del rey y la elaboración de una nueva Constitución en 1931,  la de la Segunda República. Esta constitución refleja el ideario de la conjunción republicano-socialista que constituía la mayoría de las Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal masculino. Sus principales rasgos fueron:


·         Soberanía popular. Se declaraba al nuevo estado español como una "República democrática de trabajadores de todas clases".
 
·         Sufragio universal masculino y femenino. Tras un largo y complejo debate en las Cortes, las mujeres españolas obtuvieron el derecho de voto.
 
·         Extensa declaración de derechos y libertades.
o        Derechos civiles: divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos.
o        Derecho a la educación.
 
·         Poderes del Estado
o        Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales.
o        Poder ejecutivo
§         Presidente de la República con escasos poderes.
§         Jefe de Gobierno, nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes.
o        Poder judicial en manos de los tribunales de justicia.
 
·         Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía.
 
·         En lo relativo a la "cuestión religiosa" se establece un estado laico:

o        Separación de la Iglesia y el Estado
o        Desapareció el presupuesto de culto y clero
o        Prohibición de ejercer la educación
o        Libertad de conciencia y cultos 


El golpe de estado de 1936 y la guerra civil (1936-1939) acabaron con la República y la Constitución. La dictadura de Franco (1939-1975) se ordenó jurídicamente a través de las denominadas Leyes Fundamentales que intentaron adaptarse a la evolución del régimen si perder su carácter autoritario y corporativista al tiempo que reflejan  la ideología cimentada durante la guerra basada en la concentración de poderes, el  carácter providencialista del dictador aasí como el  anticomunismo, nacional-catolicismo, tradicionalismo y militarismo. estas leyes fueron por orden cronológico:



-          Fuero del trabajo de 1938
-          Ley de Cortes de 1942
-          Fuero de los españoles de 1945
-          Ley de Referéndum Nacional de 1945
-          Ley de Sucesion a la Jefatura de Estado de 1946
-          Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958)
-          Ley Orgánica del Estado (1967).


Con la muerte de Franco en 1975 se instaura  la monarquía de Juan Carlos I y da comienzo el proceso (La Transición) que llevará la Constitución de 1978 y a la recuperación de la democracia en España.


Para saber más...


Historia del constitucionalismo español


Constituciones históricas españolas


Artículos con motivo de su 25 aniversario que repasan la historia constitucional:


La Constitución Española de 1978 en su XXV aniversario


La constitución cumple un cuarto de siglo

lunes, 22 de noviembre de 2010

Las ojeras de un insominio justificado

Las ojeras del que quiso ser rey de todos los españoles: de las Leyes Fundamentales del Movimiento a la Constitución de 1978

















Don Juan Carlos, 35 años reinando




Un discurso para la historia

Madrid, 22 de noviembre de 1975
En esta hora, cargada de emoción y esperanza, llena de dolor por los acontecimientos que acabamos de vivir, asumo la Corona del Reino con pleno sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español y de la honrosa obligación que para mí implica el cumplimiento de las leyes y el respeto de una tradición centenaria que ahora coinciden en el Trono.
Como Rey de España, título que me confieren la tradición histórica, las Leyes Fundamentales del Reino y el mandato legítimo de los españoles, me honro en dirigiros el primer mensaje de la Corona que brota de lo más profundo de mi corazón.
Una figura excepcional entra en la historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí, una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la patria. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio.
Yo sé bien que los españoles comprenden mis sentimientos en estos momentos. Pero el cumplimiento del deber está por encima de cualquier otra circunstancia. Esta norma, me la enseñó mi padre desde niño, y ha sido una constante de mi familia, que ha querido servir a España con todas sus fuerzas.
Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa, que hemos de recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva. La Monarquía será fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo.
La institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy, en esta hora tan trascendental, os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España. Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional.
El Rey es el primer español obligado a cumplir con su deber y con estos propósitos. En este momento decisivo de mi vida, afirmo solemnemente que todao mi tiempo y todas las acciones de mi voluntad estarán dirigidos a cumplir con mi deber.
Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en las difíciles decisiones que, sin duda, el destino alzará ante nosotros. Con su gracia y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron, pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. Guardaré y haré guardar las leyes, teniendo por norte la justicia y sabiendo que el servicio del pueblo es el fin que justifica toda mi función.
Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno período de desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mí un deber que acepto con decisión.
La patria es una empresa colectiva que a todos compete, su fortaleza y su grandeza deben de apoyarse por ello en la voluntad manifiesta decuantos la integramos. Pero las naciones más grandes y prósperas, donde el orden, la libertad y la justicia han resplandecido mejor, son aquellas que más profundamente han sabido respetar su propia historia.
La justicia es el supuesto para la libertad con dignidad, con prosperidad y con grandeza. Insistamos en la construcción de un orden justo, un orden donde tanto la actividad pública como la privada se hallen bajo la salvaguardia jurisdiccional.
Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
Al servicio de esa gran comunidad que es España, debemos de estar: la Corona, los ejércitos de la nación, los organismos del Estado, el mundo del trabajo, los empresarios, los profesionales, las instituciones privadas y todos los ciudadanos, constituyendo su conjunto un firme entramado de deberes y derechos. Sólo así podremos sentirnos fuertes y libres al mismo tiempo.
Esta hora dinámica y cambiante exige una capacidad creadora para integrar en objetivos comunes las distintas y deseables opiniones, que dan riqueza y variedad a este pueblo español, que lleno de cualidades, se entrega generoso cuando se le convoca a una tarea realista y ambiciosa.
La Corona entiende como un deber el reconocimiento y la tutela de los valores del espíritu.
Como primer soldado de la nación me dedicaré con ahínco a que las Fuerzas Armadas de España, ejemplo de patriotismo y disciplina, tengan la eficacia y la potencia que requiere nuestro pueblo.
El mundo del pensamiento, de las ciencias y de las letras, de las artes y de la técnica tienen hoy, como siempre, una gran responsabilidad de compromiso con la sociedad. Esta sociedad en desarrollo que busca nuevas soluciones, está más necesitada que nunca de orientación. En tarea tan alta, mi apoyo y estímulo no han de faltar.
La Corona entiende, también, como deber fundamental el reconocimiento de los derechos sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españoles las condiciones de carácter material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades.
Por lo tanto, hoy, queremos proclamar, que no queremos ni un español sin trabajo, ni un trabajo que no permita a quien lo ejerce mantener con dignidad su vida personal y familiar, con acceso a los bienes de la cultura y de la economía para él y para sus hijos.
Una sociedad libre y moderna requiere la participación de todos en los foros de decisión, en los medios de información, en los diversos niveles educativos y en el control de la riqueza nacional. Hacer cada día más cierta y eficaz esa participación debe ser una empresa comunitaria y una tarea de gobierno.
El Rey, que es y se siente profundamente católico, expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia. La doctrina católica, singularmente enraizada en nuestro pueblo, conforta a los católicos con la luz de su magisterio. El respeto a la dignidad de la persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad.
Confio plenamente en las virtudes de la familia española, la primera educadora y que siempre ha sido la célula firme y renovadora de la sociedad. Estoy también seguro de que nuestro futuro es prometedor porque tengo pruebas de las cualidades de las nuevas generaciones.
Me es muy grato en estos momentos expresar mi reconocimiento a cuantos enviados de otras naciones han asistido a esta ceremonia. La Monarquía española, depositaría de una tradición universalista centenaria, envía a todos los pueblos su deseo de paz y entendimiento, con respeto siempre para las peculiaridades nacionales y los intereses políticos con los que todo pueblo tiene derecho a organizarse de acuerdo con su propia idiosincrasia.
España es el núcleo originario de una gran familia de pueblos hermanos. Cuanto suponga potenciar la comunidad de intereses, el intercambio de ideales y la cooperación mutua es un interés común que debe ser estimulado.
La idea de Europa sería incompleta sin una referencia a la presencia del hombre español y sin una consideración del hacer de muchos de mis predecesores. Europa deberá contar con España, pues los españoles somos europeos. Que ambas partes así lo entiendan y que todos extraigamos las consecuencias que se derivan es una necesidad del momento.
No sería fiel a la tradición de mi sangre si ahora no recordase que durante generaciones los españoles hemos luchado por restaurar la integridad territorial de nuestro solar patrio. El Rey asume este objetivo con la más plena de las convicciones.
Señores Consejeros del Reino, señores Procuradores, al dirigirme como Rey, desde estas Cortes, al pueblo español, pido a Dios ayuda para todos. Os prometo firmeza y prudencia. Confío en que todos sabremos cumplir la misión en la que estamos comprometidos.
Si todos permanecemos unidos habremos ganado el futuro.
¡Viva España!

Y otra noche de ojeras contra el golpe del 23 F

sábado, 13 de noviembre de 2010

Bienvenido Mr. Berlanga



Bienvenido Mister Berlanga
 
Como en la secuencia de El Verdugo en la que la Guardia Civil busca a "José Luis Rodriguez" -Nino Manfredi, el enterrador convertido en verdugo- para que cumpla  con su macabro trabajo ("alguien tiene que hacerlo" decía Amadeo -Pepe Isbert-), la muerte acaba llamándonos a todos para que afrontemos también nuestro destino. Le tocó el turno al ciudadano Berlanga y  cayó  el Imperio austrohúngaro. Pero al director y guionista de tantas películas imprescindibles -especialmente la de los cincuenta y sesenta- aún le dio tiempo a interpretar su última película, un anuncio solidario para Médicos sin Fronteras. Bienvenido Mr. Berlanga al Olimpo de los cineastas.



Documentación:

Goodbye Mister Berlanga. Documentos RNE

Campaña pastillas para el dolor ajeno de Médicos sin fronteras

El adiós de Berlanga en RTVE

Berlanga, el genio levantino

Berlanga en El País

Un repaso a su vida por María Guerra en la SER

Biografía y filmografía

Berlanga en el Instituto Cervantes

Luis García Berlanga en Imdb

Premio Principe de Asturias de las Artes 1986

Las frases del humor berlanguiano

El universo berlanguiano

Erotismo berlanguiano

La música en el cine de Berlanga

Humoroscurocasinegro

La ciudad de la luz el sueño de Berlanga

Bibliografía sobre Berlanga

Retrato en carne  viva de David Trueba

Caos inteligente de Manuel Vicent

El programa La mitad invisible dedicado a El verdugo







Adiós Berlanga, recuerdos a Azcona y Alexandre. Como se suele decir nos quedamos con su cine y sus palabras

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tras la reja
















Una reja
Tras la reja, una ventana
Tras la ventana, un hombre
Tras el hombre, nada.

Escuché este breve poema en un recital celebrado en la Universidad hace muchísismos años. Quedó guardado en la memoria como el desgarro existencialista de un poeta anónimo. El universo sintetizado en una metáfora: la ventana de la libertad y el conocimiento, la reja de las limitaciones y pasiones. La angustia de la libertad que Sartre resumió en  el dilema del joven francés de la época de la ocupación nazi:  el hombre se enfrentaba a la elección de unirse a las fuerzas francesas en Inglaterra o quedarse con su madre que vivía solo para él. Ninguna doctrina ética puede solucionar todos los conflictos del ser humano. En la elección auténtica y sincera está la libertad y la virtud.


Para reflexionar sobre la  condición humana como premisa de cualquier investigación histórica, filosófica o científica y previa a todo juicio de valor, recomiendo el libro Díez teorías sobre la naturaleza humana de Leslie Stevenson y David L. Habermas.

martes, 9 de noviembre de 2010

El gran carnaval: metáfora del atrapado, cine premonitorio, periodismo de mercado


Junto a la metáfora del atrapado que en su día me sugirió la historia de los mineros chilenos (evocando Final escape de Hitchcock, La cabina de Mercero y la reciente Buried de Rodrigo Cortés) el episodio del rescate y final feliz nos conduce inevitablemente a cuestionar el  papel de los mass media como agentes de información, negocio y especulación  mediante la conversión de la realidad en espectáculo interesado y lucrativo no exento de intencionalidad política. Este es el argumento del artículo de John Brown  El gran carnaval. Los mineros chilenos como carnaza humanitaria en el que expone una triple dimensión de la noticia:
1.- Una operación de legitimación del Estado chileno (refundado por Pinochet) ante los trabajadores
2.- Un negocio mediático que ha convertido la vida de estas 33 personas en el pozo y su posterior recate en un espectáculo digno de Gran Hermano
3.- Una mistificación en términos humanitarios y biopolíticos de la relación entre el poder capitalista chileno y los trabajadores, con la que se esconde la lucha de clases bajo la defensa de un universal "derecho a la vida".

El primer aspecto explota un nacionalismo de autoafirmación orgulloso de afrontar con éxito un rescate que ha implicado un gran reto técnico y de medios (algo así como la explotación de los éxitos deportivos como nos sugiere este artículo sobre el último España-Chile); el tercero nos lleva a las nuevas formas mediáticas de encubrir la lucha de clases y la explotación capitalista que tal vez pueda analizarse desde planteamientos neomarxistas; y la segunda nos remite a la capacidad del cine para deambular en sus representaciones entre la ficción y la realidad. Es el caso de la película del gran Wilder El gran carnaval (1951. El filme muestra las miserias de un periodismo cada vez más globalizado que no duda en aprovechar cualquier pretexto para construir y vender espectáculos heróicos o morbosos que permitan el negocio, convirtiendo a la noticia y al mero hecho informativo en un fin en sí mismo. Wilder pone en boca de Kirk Douglas -Chuck Tatum- una frase que sintetiza esta postura: “Las malas noticias son las que venden; una buena noticia, no es noticia”. Temática que Wilder retomará en The Front Page (Primera Plana,1974) siguiendo los pasos de Lewis Milestone en 1931 y Howard Hawks en 1944.

El gran carnaval es un claro ejemplo de como el cine se manifiesta tanto como reflejo de su tiempo como espejo premonitorio que devuelve  la realidad a través de sus representaciones.

Análisis y estudio de El gran carnaval

Datos técnicos del film

lunes, 1 de noviembre de 2010

El acabose, Nieves Concostrina, Miguel Hernández y nuestro amigo Jósant

El programa de radio No es un día cualquiera, dedicó el pasado  sábado la colaboración de Nieves Concostrina en la sección El acabose, al centenario del nacimiento Miguel Hernández. Una de las fuentes primordiales fue la de nuestro compañero y amigo Jósant.



Aquí os dejo el enlace al podcast. Muy interesante la información exclusiva obtenida mediante la entrevista a Josefina Manresa -la viuda de Miguel Hernández- realizada por Jósant. Entre otras cosas nos enteramos que el poeta fue enterrado "como un cura". Enhorabuena Jósant.

Centenario de Miguel Hernández en No es un día cualquiera

"Libre soy, siénteme libre, sólo por amor"

Aunque bajo la tierra mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra que yo te escribiré"

Día de difuntos

Dos clásicos románticos para leer en el Día de Difuntos, Larra y Bécquer. Buen mes de noviembre a todos


Lectura: El monte de las ánimas

"El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los ladridos de los perros se dilataban en las ráfagas del aire, y las campanas de la ciudad de Soria, unas cerca, otras distantes, doblaban tristemente por las ánimas de los difuntos.

Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora; vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se disponía a reírse de sus temores pasados cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal decoloró sus mejillas: sobre el reclinatorio había visto, sangrienta y desgarrada, la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar Alonso.

Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la encontraron inmóvil, crispada, asida con ambas manos a una de las columnas de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta la boca, blancos los labios, rígidos los miembros: muerta, ¡muerta de horror!"





Lectura: El día de difuntos de 1836

"Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la  esperanza!
¡Silencio, silencio! "


Audiolibro: Fígaro en el cementerio
Rafael Taibo  pone voz a Larra