martes, 9 de noviembre de 2010

El gran carnaval: metáfora del atrapado, cine premonitorio, periodismo de mercado


Junto a la metáfora del atrapado que en su día me sugirió la historia de los mineros chilenos (evocando Final escape de Hitchcock, La cabina de Mercero y la reciente Buried de Rodrigo Cortés) el episodio del rescate y final feliz nos conduce inevitablemente a cuestionar el  papel de los mass media como agentes de información, negocio y especulación  mediante la conversión de la realidad en espectáculo interesado y lucrativo no exento de intencionalidad política. Este es el argumento del artículo de John Brown  El gran carnaval. Los mineros chilenos como carnaza humanitaria en el que expone una triple dimensión de la noticia:
1.- Una operación de legitimación del Estado chileno (refundado por Pinochet) ante los trabajadores
2.- Un negocio mediático que ha convertido la vida de estas 33 personas en el pozo y su posterior recate en un espectáculo digno de Gran Hermano
3.- Una mistificación en términos humanitarios y biopolíticos de la relación entre el poder capitalista chileno y los trabajadores, con la que se esconde la lucha de clases bajo la defensa de un universal "derecho a la vida".

El primer aspecto explota un nacionalismo de autoafirmación orgulloso de afrontar con éxito un rescate que ha implicado un gran reto técnico y de medios (algo así como la explotación de los éxitos deportivos como nos sugiere este artículo sobre el último España-Chile); el tercero nos lleva a las nuevas formas mediáticas de encubrir la lucha de clases y la explotación capitalista que tal vez pueda analizarse desde planteamientos neomarxistas; y la segunda nos remite a la capacidad del cine para deambular en sus representaciones entre la ficción y la realidad. Es el caso de la película del gran Wilder El gran carnaval (1951. El filme muestra las miserias de un periodismo cada vez más globalizado que no duda en aprovechar cualquier pretexto para construir y vender espectáculos heróicos o morbosos que permitan el negocio, convirtiendo a la noticia y al mero hecho informativo en un fin en sí mismo. Wilder pone en boca de Kirk Douglas -Chuck Tatum- una frase que sintetiza esta postura: “Las malas noticias son las que venden; una buena noticia, no es noticia”. Temática que Wilder retomará en The Front Page (Primera Plana,1974) siguiendo los pasos de Lewis Milestone en 1931 y Howard Hawks en 1944.

El gran carnaval es un claro ejemplo de como el cine se manifiesta tanto como reflejo de su tiempo como espejo premonitorio que devuelve  la realidad a través de sus representaciones.

Análisis y estudio de El gran carnaval

Datos técnicos del film