martes, 22 de mayo de 2012

El verdadero problema educativo

22 de mayo de 2012. Convocatoria de huelga total en la enseñanza pública. A las 13,58 horas en la página de RTVE podemos leer:

Los sindicatos cifran el seguimiento en el 80% y el Ministerio, en el 19,41%


He aquí el verdadero problema educativo. Esta realidad informativa es incompatible con una auténtica democracia y un Estado de Derecho pues se repite de manera incesante y  sin que se depuren responsabilidades. Los ciudadanos no puede acceder a una información veraz  ni siquiera a través de la televisión pública  en un asunto tan sencillo como conocer el seguimiento aproximado de una huelga (los directores de los institutos comunican a la Administración la incidencia de la huelga entre otras cosas para efectuar las preceptivas deducciones). Un mundo "orwelliano". Mentiras y falsedades protegidas por la impunidad.

He aquí el verdadero problema educativa. No he ido a trabajar al Instituto.  He pasado toda la mañana preparando las clases del resto de la semana para Historia del Mundo Contemporáneo. Estoy intentando explicar a mis alumnos la Historia del presente, la historia del mundo actual. En ocasiones, debería avergonzarme del mundo que les estamos dejando como herencia. Creo que les leeré el texto de la novela  1984 de Orwell  sobre el Ministerio de la Verdad. Para evitar que todos acabemos en la habitación 101:

"Winston yacía silencioso. Respiraba un poco más rápidamente. Todavía no había hecho la pregunta que le preocupaba desde un principio. Tenía que preguntarlo, pero su lengua se resistía a pronunciar las palabras. O'Brien parecía divertido. Hasta sus gafas parecían brillar irónicamente. Winston pensó de pronto: «Sabe perfectamente lo que le voy a preguntar». Y entonces le fue fácil decir:

-¿Qué hay en la habitación 101?

La expresión del rostro de O'Brien no cambió. Respondió:

-Sabes muy bien lo que hay en la habitación 101, Winston. Todo el mundo sabe lo que hay en la habitación 101. -Levantó un dedo hacia el hombre de la bata blanca. Evidentemente, la sesión había terminado. Winston sintió en el brazo el pinchazo de una inyección. Casi inmediata mente, se hundió en un profundo sueño."



 "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo"

Nelson Mandela

domingo, 6 de mayo de 2012

Los juegos del hambre. Distopías e intertextualidad




Mes de abril de 2012. El mismo día del 71ª aniversario de  la proclamación de la Segunda República se conmemora la epopeya trágica del Titanic, el transatlántico construido en tres años que se hundió en tres horas tras chocar con un iceberg en la noche del 14 de abril de 1912: más de tres horas dura también la historia que llevó al cine James Cameron en 1997 reestrenada  ahora de nuevo en 3D.  Y poco después, nos hemos encontrado con un nuevo fenómeno comercial para todos los públicos (en realidad sólo para mayores de 13 años) inspirado en una creación literaria vertiginosamente adaptada al cine: Los juegos del hambre. Este es el título de una novela publicada en 2008 -que también denomina al conjunto de la trilogía a la que da lugar- y de su adaptación cinematográfica  estrenada en España el pasado 20 de abril.



El lanzamiento de estos productos comerciales creativos de largo alcance (trilogía o saga  literaria convertida en trilogía o saga de cine que se retroalimentan mutuamente)  forman parte de un negocio cultural que tal vez  podamos encuadrar en la civilización del espectáculo que retrata Vargas Llosa o en la era hipermoderna de la pantalla global y del imperio de lo efímero que desvela Gilles Lipovetsky. En cualquier caso, tanto la literatura como el cine son expresión de la sensibilidad del mundo actual. Como bien expresa Ernesto Sábato, "El arte de cada época trasunta una visión del mundo y el concepto que esa época tiene de la verdadera realidad y esa concepción, esa visión, está asentada en una metafísica y en un ethos que le son propios". Puesto que millones de personas de todas las edades leerán las novelas y verán las películas de Los juegos del hambre durante los próximos años, merece la pena plantearse sacar alguna lección educativa  al fenómeno y se me ocurre empezar por proponer  dos territorios de investigación: el de la intertextualidad y el de las distopías.
 
Para ilustrar  el primer espacio, la intertextualidad, vuelve a hablar Ernesto Sábato:

"Nada es totalmente novedoso, y así como Aristóteles nace de Platón, aunque sea para (parcialmente) negarlo, así Beethoven surge de Mozart. Por otra parte, lo habitual es que un gran creador sea el resultado de todo lo que le precede, entrando a saco en las obras de arte de sus antecesores y realizando finalmente esa síntesis que caracterizará al nuevo prócer. Faulkner no es concebible sin Balzac, Dostoievsky, Prosut, Wolfe, Huxley y Joyce" (…)  Por eso Proust dice que muchas veces la originalidad consiste en ponerse un sombrero viejo que se saca del desván".

La literatura primero y el cine después han actualizado las narraciones fundamentales de la historia de la cultura a través del tiempo. Se trata de la semilla inmortal que da nombre al libro de Jordi Balló y Xavier Pérez que rastrea los argumentos universales del cine (subtítulo) y las fuentes de la memoria. La tesis es  que muchas películas –y novelas- evocan modelos narrativos anteriores mediante una nueva puesta en escena, convirtiéndose en hacedoras de una continuidad narrativa que retoman legados anteriores y son capaces de generar otros nuevos. Para disfrutar de esta recreación eterna recomiendo el magnífico libro de los autores mencionados.



En segundo lugar Los juegos del hambre nos evoca el género distópico, otro lugar maravilloso e ideal  para emplazar lecciones y proyectos educativos que enlacen saberes y posibiliten el transconocimiento e interdisciplinariedad. Si escribo “utopías y distopías” en el buscador de Google, la primera referencia que aparece no deja de ser significativo que sea la de distopía. El concepto utopía se refiere a la representación de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, mediante una crítica de éste. La etimología griega del término nos la ofrece su creador, Tomás Moro, se trata de “buen lugar”. En oposición al término utopía existe el de distopía. Parece que la utopía deba  prevalecer sobre la distopía, pero en la sensibilidad de las sociedades actuales, parece que es la segunda la que predomina como argumento y tema narrativo en las artes: la antiutopía o utopía perversa  donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, el antónimo de la utopía que nos conduce a sociedades ficticias, del pasado, generalmente  del futuro, dominadas por estados totalitarios que condicionan, manipulan, controlan, adoctrinan, oprimen, exterminan o utilizan a los individuos de manera masiva aunque justificando el sistema de poder y jerarquía social “bajo una fachada de benevolencia”.



En definitiva, utopías y distopías como creaciones de ficción son manifestaciones de percepciones y sensibilidades  que surgen de los miedos y temores, ilusiones y esperanzas de las sociedades en un momento histórico determinado. Cuando la fe y la trascendencia o la razón y la ilustración  interpretan de manera optimista la naturaleza humana y las posibilidades de la ciencia y la técnica para construir un mundo mejor nacen las utopías; pero el maravilloso y terrible siglo XX ha dado paso al predominio de distopías que ofrecen mayores posibilidades críticas y satíricas, mayor impacto comercial y, sin duda, magníficas  posibilidades de espectáculo. Los juegos del hambre es una distopía que recrea  argumentos, temas, situaciones y personajes de narraciones precedentes y que mejor ejercicio pedagógico que se puede hacer es buscar sus raíces en los clásicos para poder valorar su nueva puesta en escena.
 
Top 50 dystopian movies 

 Los juegos del hambre como producto comercial y fenómeno social  y cultural  plantea un juego que va de la literatura al cine y viceversa. Sigue la estela de Harry Potter, El señor de los anillos, Las crónicas de Narnia  o Crepúsculo, entre otras sagas literarias, que han viajado del papel a la pantalla en una retroalimentación mutua que ha acercado a muchos jóvenes y no tan jóvenes al necesario hábito de la lectura,  a las salas de cine, a las pantallas de televisión.  En este caso, partimos de una trilogía literaria, término de origen griego (tres-logos: "tres discursos") que hace referencia a las tres tragedias presentadas a concurso por cada uno de los autores que competían por conseguir el premio en los certámenes que se celebraban en las fiestas en honor de Dionisio y que que ha perdurado desde  la Grecia clásica hasta el siglo XXI, desde La Orestíada de Esquilo al Millenium de Stieg Larsson.


 En un  principio fue el libro de Suzanne Collins, la novela publicada en 2008,-que da nombre a la trilogía-  y  al que siguieron En llamas en 2009 y Sinsajo en 2010. Ahora llega la película dirigida por Gary Ross, con guión del propio director y la novelista  y   la colaboración de Steven Soderbergh como director de segunda unidad. Muchos jóvenes había leído la novela de Collins  antes del estreno del filme, pero ahora son muchos más los que van de la película al libro. La productora ya ha aninciado que la adaptación de la  segunda novela esta previsto que sea lanzada a finales de 2013.

 En América del Norte, un gobierno -llamado el Capitolio- tiene el poder después de varias guerras y  desastres. Panem, así se llama la nación, está  rodeado de doce distritos que se rebelaron y fueron  derrotados por el Capitolio. Tras la guerra, un décimo tercer distrito fue destruido por el gobierno que ha aislado y ejerce un riguroso control sobre los doce restantes. Desde entonces, cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en Los juegos del hambre (Hunter Games), que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a muerte, en la que sólo puede haber un superviviente. Se trata de un cruel entretenimiento, un castigo  y al mismo tiempo una estrategia de intimidación y reafirmación de autoridad por parte del gobierno. En el Distrito 12, la protagonista Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, decide sustituir a su hermana que ha sido elegida por sorteo para acudir a los juegos –para acudir a una muerte segura- junto  con el otro tributo agraciado, Peeta Mellarck. Enfrentados a los restantes tributos de los restantes distritos -muchos de los cuales llevan toda la vida entrenándose para estos juegos- ambos se verán obligados a una lucha por la supervivencia aprovechando sus capacidades e instintos si quieren regresar a casa.


Enlaces:







Suzanne Collins dice que su relato surgió de un zapping televisivo en el que coincidieron un reality show con imágenes de la cobertura de la  guerra de Irak. También reconoce su deuda argumental  de fondo con el mito de Teseo.  Collins ha dicho que también hay muchas referencias romanas en la nación ficticia de Panem.  De hecho,  los Juegos del Hambre podrían ser una versión actualizada de los juegos de los gladiadores romanos: el nombre de Panem vino del dicho romano "Panem et circenses", pan y circo .También se ha insinuado que el relato se basó íntegramente en el libro BattleRoyale (1999) del japonés Koushun Takami, que inspiró la película del mismo título que dirigió Kinji Fukasaku en el año 2000 y que se convirtió en película de culto en Japón



 Si nos centramos en el reparto de la película, observamos que combina viejas glorias y actores clásicos reconocibles por los espectadores de mayor edad (Woody Harrelson como el mentor de los tributos-protagonistas del Distrinto 12, Donald Sutherland como el presidente del Capitolio o Stanley Tucci como el presentador estrella  Caesar Flinckermann) con jóvenes actores que  buscan una premeditada empatia con un público juvenil al que está preferentemente destinada: así  los dos héroes adolescentes del distrito 12  son Jennifer Lawrence en el papel de Katniss  (cuatro años mayor que su personaje de 16), y Josh Hutcherson en el de Peeta; el mejor amigo de Katniss es Gale  interpretado por  Liam Hemsworth;  y se busca un hueco para un ídolo musical como Lenny Kravitz  en el papel de Cinna , un asistente de los dos contendientes del Distrito 12.


Desde el comienzo de la película, la cámara se mueve sin cesar, cambia constantemente de posición, rompe en numerosos primeos planos -¿para que se pueda ver en ipad?- rompe ejes, vibra, tiembla  los planos duran milisegundos y se superponen uno a otros, se juega con profundidades de campo, enfoques y desenfoques,  como si estuvieramos  En tierra hostil de Kathryn Bigelow. Todos estos recursos crean  ansiedad y agobio –como la que debían sentir los desactivadores estadounidenes de explosivos en Irak- tal vez con una significación dramática, quizás para conectar mejor con el lenguaje habitual de videoclip al que los más jóvenes están acostumbrados. De esta forma el protagonismo al comienzo de la película es el del realizador que nos recuerda su presencia como narrador hasta que gradualmente, o bien   nuestra percepción  se acostumbra rendida  a la violencia de la cámara o bien se suaviza el agresivo montaje para dar mayor protagonismo al relato y a sus protagonistas, a los escenarios y personajes.


Y así podemos empezar a buscar los hilos temáticos y referentes que la película puede sugerir para ofrecer diferentes niveles de lectura, descubrir entre líneas y fotogramas los temas y argumentos universales,  las múltiples dimensiones que Los juegos del hambre   evoca o integra y permitir disfrutar de las emociones que ofrecen la aventura, el romance y la acción, desde una perspectiva  más profunda, reflexiva y comunicativa.


1.- La primera posibilidad es jugar con las  diferencias y similitudes entre la novela y la película. Ejercicio siempre apasionante el de comparar el lenguaje cinematográfico y el literario y el reto de la adaptación. Por ejemplo algo muy determinante, en el libro aparecen retratados los  pensamientos  de Katniss pues es la narradora de la historia.  No ocurre así en la película que utiliza una narración externa. Otras diferencias afectan al desarrollo de la historia o importancia de los personajes o acontecimientos: es el caso de Peeta que en la novela  pierde su pierna y es reemplazada por una ortopédica de metal, la insignificante presencia en la novela del personaje de Sutherland -el presidente Snow- o  el planteamiento de las relaciones entre los protagonistas que quedan mejor expresadas mediante situaciones de mayor intimidad en el libro que en el film.


2.- En segundo lugar, como en cualquier análisis literario, cinematográfico o artístico es indispensable remitirnos al contexto de producción de la obra, al el contexto evocado y rastrear los posibles  referentes históricos y sociológicos. El contexto actual de producción  se manifiesta, como hemos mencionado, en la intencionalidad de la propia autora de la novela observadora de la situación económica y geopolítica actual. Así podemos buscar en el argumento huellas de la crisis económica global, las guerras o conflictos bélicos abiertos o amenazantes, las desigualdades entre países ricos y pobres, el hambre que azota el Sahel o el cuerno de África, la sociedad de información, de consumo, de espectáculo, de alienación y adoctrinamiento, la telerrealidad y la crisis de valores que reflejan los reality shows. Suzanne Collins ha destacado temas como la  pobreza extrema, el hambre, la opresión y los efectos de la guerra: las  experiencias en la guerra de Vietnam que le contó su padre, las imágenes de la guerra de Irak que inspiraron sus novelas. Adolescentes matándose entre sí instigados por adultos nos llevan al drama de los niños-soldado, al reciente documental  Kony 2012. Por otra parte podríamos desentrañar las referencias implícitas o explícitas a las civilizaciones antiguas, como la egipcia o la grecorromana.



En cuanto al contexto evocado, un futuro distópico y planteado desde una  concepción de la ciencia ficción como alegoría política y sociológica, también se  reflejan aspectos de la sociedad actual. Incluso hay quien  ha interpretado  Los Juegos del Hambre como una parábola de la actividad de Occupy Wall Street : quienes están en el Capitolio son miembros del 1% y todo el mundo en los distritos de Panem es parte del 99%".

3.- Desde una perspectiva estética caben también algunas consideraciones, además del vertiginoso montaje y del inicial agobiante movimiento de cámara ya mencionado. Hay quien ha visto un futuro "ultrafashion" manifiesto en la vestimenta de las élites Por ejemplo, los personajes del Capitolio evocan con sus ropas, peinados y maquillajes  a  los cortesanos de la película  María Antonieta, de Sofia Coppola.


Otro ejercicio apasionante es buscar los motivos visuales que aparecen en el filme, en la línea del libro de Jordi Balló, Las imágenes del silencio, los símbolos y gadgets que aportan significación expresiva en la tradición iconográfica que impregna al espectador cuando no es sólo un consumidor cinematográfico sino un conocedor cómplice que es capaz de captar esos universales poéticos e intemporales como el baile, el pensador, el horizonte, las escaleras, al mujer ante el espejo o la Piedad. Hay una piedad reconocible en la muerte de Rue en los brazos de Katniss 



4.- Las cuestiones filosóficas, éticas y el estudio de valores es un terreno siempre fértil para que germinen las narraciones literarias y cinematográficas. Desde este planteamiento aparecen temas asociados a una reflexión sobre la naturaleza humana como las dificultades físicas y el instinto de supervivencia, la lealtad en circunstancias extremas, la competencia y la cooperación la traición y la violencia contra las personas, la guerra, el poder, la jerarquía social y las formas de dominación, los sistemas autoritarios y totalitarios, las desigualdades sociales, la libertad y la conciencia individual, la fraternidad, el odio y el amor… En muchos momentos de la lucha por la vida, del espectáculo brutal por la supervivencia en un territorio más virtual que rela, aparece también la  cuestión central de lo que es "real o no real., como en Matrix.



En algunos foros he encontrado que  se plantean cuestiones como el tratamiento de las cuestiones  raciales ( a partir de los personajes afroamericanos como  Rue como Tres) y del hecho de que la protagonista absoluta –más aún en la novela- es una chica. Y no una chica cualquiera: es joven, bella, activa,  fuerte y habilidosa, ágil, valiente y diestra en la caza, es la que gana y rompe el estereotipo como la protagonista de Avatar. Esta reivindicación feminista que algunos críticos interpretan contrasta con otra lectura que afirma que pese al protagonismo femenino, su perfil ofrece características masculinas que no cuestiona los paradigmas patriarcales. También se apunta lo trivial de que Katniss se debata entre sus sentimientos por dos intereses amorosos masculinos, un rasgo que comparte con Bella Swan de la saga Crepúsculo .Y  que  su figura seductora y femenina no se ajuste a la realidad  distópica de un pueblo muerto de hambre en total sumisión.

Esta última consideración nos lleva a valorar el grado de crítica y contestación social que novela y película ofrecen. La cuestión de si las posibilidades de crítica social que  las distopias de ciencia ficción ofrecen no quedan ensombrecidas por su reducción a un trhiller de  acción, por las escenas de caza y de supervivencia, por el espectáculo visual, por el romance triangular clásico dejando  la desigualdad social, el sistema clasista, el régimen opresivo y totalitario como un  difuminado telón de fondo. En este sentido queda abierta la interpretación del final de la película, la decisión de la heroína  como rebeldía subvertidora del sistema o de sumisión e impotencia ante un poder totalitario.



Aquí reside la mayor lección de Los juegos del hambre como recurso didáctico. La posibilidad de aproximarnos a las distopías que preceden a la trilogía de Suzanne Collins y a la película de Gary Ross. Las semillas inmortales de los  clásicos literarios y cinematográficos que la fecundan : 1984, Un mundo feliz, El señor de las moscas, Fahrenheit 501, La naranja mecánica, Gatacca, Rollerball, El show de Truman, Matrix, V de  Vendetta o Battle Royale. Novelas y películas para entender como Los juegos del hambre dialogan con el pasado y con el presente y nos ayudan a hacer comprensible el mundo social, la naturaleza humana, la historia.
Enlace a Distopías y Utopías totalitarias en el cine
Todo esto nos puede ofrecer Los juegos del hambre, un producto  comercial-cultural especialmente apropiado para adolescentes. Para algunos una novela/filme emocionante, inteligente, espectacular y épico; para otros famélica ficción, pastiche de violencia gratuita de videojuego e inepta realización. En cualquier caso,  la última palabra la tienen los espectadores y lectores a los que aquí hemos sugerido algunos  referentes para enriquecer su lectura y ampliar los horizontes de su mirada.



Aunque  particularmente les diría que busquen mejor en  todo los que lleva dentro La invención de Hugo Cabret, de Scorsese, y  Brian Selznick, en la magia de  Georges Meliés, en el espíritu aventurero de dos niños huérfanos, en el autómata con alma paternal abandonado en un desván, en trenes y relojes como metáforas del tiempo y el espacio, en ese viejo bibliotecario interpretado por Christopher Lee que busca hogares para sus libros, en  todos esos personajes que dan vida a una estación de tren en un París de sueños y  fantasías. Porque si el mundo es como  una máquina y en las máquinas nunca sobra ninguna pieza ni engranaje y todas tienen una función, cada uno de nosotros tiene que  descubrir cual es la suya, para qué estamos aquí. Pero esa es otra historia de la que ya hablaremos en otro momento.

martes, 1 de mayo de 2012

Cambiar el pasado desde el presente




Aparece como titular de una noticia sorprendente: "Logran cambiar desde el presente un evento del pasado" Luego comprobamos que todo se debe a misteriosas capacidades de las partículas subatómicas y que el concepto clave para cambiar acontecimientos ya sucedidos se denomina "entrelazamiento cuántico, un fenómeno no aún del todo comprendido" que Einstein denominaba como "acción fantasmal a distancia".  Aunque "los investigadores han conseguido demostrar que acciones llevadas a cabo en el futuro pueden ejercer influencia en eventos del pasado", el periodista nos tranquliza al afirmar que  sólo "siempre y cuando, claro, limitemos la experiencia al ámbito de la Física Cuántica".

Las cosas que han estado alguna vez en contacto entre sí siguen influyéndose mutuamente a distancia tras haberse cortado el contacto físico
James Frazer, La Rama Dorada.


A los mortales se nos escapa la comprensión de tanta profundidad científica que por lo visto se proyecta en una hipotética aplicación tecnológica:  posibilitar "la comunicación ultrarápida entre dos computadoras cuánticas, capaces de usar el entrelazamiento para almacenar información".  Todo un universo de posibilidades. Pero en el terreno de los saberes sociales  ya George Orwell descubrió esta capacidad inherente a los regímenes políticos de cualquier tiempo y lugar en su novela 1984:
  
"El que controla el pasado -decía el slogan del Partido-, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.» Y, sin embargo, el pasado, alterable por su misma naturaleza, nunca había sido alterado. Todo lo que ahora era verdad, había sido verdad eternamente y lo seguiría siendo. Era muy sencillo. Lo único que se necesitaba era una interminable serie de victorias que cada persona debía lograr sobre su propia memoria. A esto le llamaban «control de la realidad». Pero en neolengua había una palabra especial para ello: doblepensar".
1984 de George Orwell, distopía de lectura indispensable para entender  el poder político, la interacción social, refelxionar sobre los riesgos e implicaciones de la ciencia y la técnica, para comprender la naturaleza del ser humano, . Una novela para entender el mundo en que vivimos y buscar respuesta a las dudas que plantea Pedro Laín Entralgo:
"Las ciudades del futuro, ¿llegarán a ser bajo el dominio de la técnica, cuadriculados hormigueros de unas hormigas bienpensdntes y automatizadas? La inteligencia del hombre ¿dejará un día de ser imaginativa y creadora, se limitará al simple ejercicio de entender que dos y dos son cuatro y de explicar científicamente cómo se forman las cordilleras y las células?"

Añadiría mis dudas sobre dónde y  cómo buscar nuestra libertad en un mundo sin pasado y sin futuro