domingo, 18 de septiembre de 2011

La visión del mercado, recortar el futuro, una pregunta dominical de perplejidad y un libro de Historia


Recortando el futuro titula Informe Semanal  un reportaje que nos debe hacer recordar que La educación es una inversión. Nos lo confirma el ministro Gabilondo, con una bondad que no impide que nos surja la duda:



¿Para que sirve el gobierno de España?
¿Para qué sirve le Ministerio de Educación?

Desde Murcia, las Preguntas son  de una cartagenera que nos lleva a reflexionar sobre el modelo estatal que  tenemos en nuestra España (como estado, nación, nación  de naciones, comunidad de ciudadanos, colectivo de pueblos, sociedad civil o cómo queramos entender su compleja realidad) cada vez más invertebrada. Hace falta, al menos, una educación y  una sanidad basadas en el interés común y único de todos los ciudadanos.



Sobre el problema de España se ha escrito mucho en las últimas décadas.  Acaba de aparecer un libro,  La mirada del historiador,  que es un repaso a la obra historiográfica del Santos Juliá. Esta obra no lleva a otra  del homenajeado,  Hoy no es ayer. Ensayos sobre la España del siglo XX  que recopila diferentes trabajos y plantea, entre otras cosas, la dicotomía entre historia y memoria. Sobre esta cuestión he encontrado interesante la polémica surgida en la revista Hispania nova entre Santos  Juliá y  los historiadores  Ruiz Torres y Espinosa Maestre en el dossier Generaciones y memoria de la represión franquista (2007).

Las nuevas generaciones deben conocer su pasado. Una de las tareas de la educación, entre otras. Porque  educar es invertir en el futuro para  crear una sociedad mejor y más justa. Para este fin es indispensable una educación pública que garantice a todos  la igualdad de oportunidades, la atención a la diversidad y potencie los valores ciudadanos esenciales de libertad, esfuerzo y trabajo, respeto, responsabilidad y solidaridad. Que así sea.